Sección Comentario de libro
Comentario de libro
REFLEXIONES EN CUARENTENA
La
comprensión del fenómeno Covid-19 y la pandemia planetaria
Un
enfoque fenomenológico existencial
Un
coloquio esclarecedor
Prof. Emilio Romero
Joinville, Brasil
Hay diversos modos de entrar en un fenómeno
complejo, sobre todo si este fenómeno adquiere proporciones planetarias y
afecta a todos los pueblos del mundo, en
mayor o menor grado; es un fenómeno que afecta todos los planos y ámbitos de
nuestra vida de un modo amenazador en tal grado que implica la muerte de millares
de personas en todos los países. Es lo que se denomina una pandemia, una peste total.
Es la primera vez que se presenta de la forma
que ha invadido este planeta; ya hubo epidemias monstruosas en tiempos pasados;
todos recuerdan la peste española que
ocurrió hace un siglo, mas no afectó a todos los países.
Para considerar este fenómeno, que ha alterado las más
diversas esferas de nuestra vida, un grupo de psicólogos, todos argentinos,
integrantes de la ALPE, han enfocado esta pandemia desde una perspectiva en
consonancia con una perspectiva existencial.
¿Cómo comprender este fenómeno desde este abordaje?
Los participantes de este coloquio reconocen que bien puede haber otros
enfoques interesados en mostrar otros aspectos de la pandemia, pero ellos se
han propuesto examinar el substrato ontológico, lo más propio del hombre. Quieren mostrar cómo lo más característico
del ser humano está siendo cuestionado y colocado en alerta por esta amenaza
planetaria, origen de situaciones extremas que imponen nuevas formas de
adaptación y de invención, con riesgos de vida a personas y grupos humanos.
Los participantes se colocan las diversas
áreas que son afectadas por esta pandemia, cuyos efectos van más allá de las
tremendas consecuencias económicas implicadas, e incluso que coloca en
evidencia la insuficiencia de los recursos médicos de los países más avanzados.
La pregunta destacada versa sobre cómo este fenómeno está afectando a las
personas en lo que podemos llamar sus constantes
existenciales que articulan tanto el tejido de nuestra vida como sus dinamismos
y contradicciones.
Cada participante destaca uno o más aspectos
de cómo son afectadas estas constantes
frente al clima que estamos viviendo desde hace algunos meses, sin saber aun
cuando va a terminar y cuáles serán sus efectos posteriores a su fin. Podemos
conjeturar sus post-efectos, incluso colocar en nuestras expectativas las
mejores esperanzas, mas, el futuro de un fenómeno planetario que afecta tanto
las relaciones económicas como las humanas nos coloca de lleno en el plano de
lo incierto. Las formas humanas de estar
habitualmente configurado en un mundo relativamente estable, nos colocan de
cara con las incertezas que siempre nos acosan.
De inicio, la colega Liliana Villagra coloca
para Marta Guberman la cuestión de la cuarentena que
se exige como la medida indispensable para evitar el contagio que implica andar
en el espacio multitudinario que caracteriza las calles, las tiendas, los
lugares de trabajo, el mundo público. ¿Cómo encarar el encierro en el hogar,
con la obligación de estar por largas horas toda la familia junta? En lo
mínimo, es una situación inusitada.
Lo que vivimos comúnmente es la
dispersión de sus miembros para reencontrarse
durante un tiempo breve durante el fin del día. Estamos obligados a dar
cuenta práctica de nuestra vida desde nuestra infancia hasta el fin de nuestros
días. Esta exigencia nos recuerda el famoso estado
de sitio que se impone en los casos de ocupación militar; exígese el control general de la población. Trátese de una
situación-límite, que nos impone reglas y también espacios vacíos, hole blacks, que definen nuestro
presente y se proyectan para el futuro.
Surge así la cuestión de la espacialidad y de
la temporalidad, dos contantes que arquitectan
nuestra vida y mucho más; siempre estamos en algunos lugares que nos sitúan y siempre el tiempo coloca en cada instante su pasaje por líneas inciertas,
mismo si ya son momentos extintos, o aun por ofrecer alguna puerta para un
alguien incógnito.
La pandemia nos está permitiendo sentir estas
dos constantes de un modo insólito, que nos enfrenta con lo imprevisible. Una
de las exigencias que imponen nuestros
compromisos es tener un cierto control del presente y una previsión del
futuro. Lo imprevisible unido a la
ruptura de nuestra secuencia programada genera la ansiedad y la angustia. Lo imprevisible rompe con
nuestro proyecto de ser esto o aquello.
La propuesta
del libro está hecha en forma coloquial y apunta a los temas que son más
pertinentes para ir dando forma al enfoque, un intento de ir abriendo los repliegues
de la complejidad inherente a este asunto. Las respuestas van desde lo
experimentado como lo más personal hasta las implicaciones y articulaciones que
guardan con las premisas del enfoque propuesto.Llama la atención que los autores haya dado especial
atención a la Cuarentena, a esta
necesidad de recluir-se en el espacio de lo privado y familiar para así evitar
el contagio que implica andar circulando por las calles y los lugares públicos
–tiendas, shoppings, cinemas, casas de comidas, diversiones abiertas (parques
incluidos). Todo el espacio público se ha limitado a lo más estrictamente
necesario. Los otros se tornaron en potenciales agentes del virus; al leer este
capítulo me recordé de la tesis sartreana colocada en su pieza teatral “A
puertas cerradas”: “el infierno son los
otros”, tesis que para algunos
parece escandalosa, más en un mundo de extrema competitividad tiene un fuerte
sustento. No es fácil convivir en el espacio público, cuyos riesgos están
sujetos a diversas amenazas, pero tampoco es fácil convivir en el espacio privado,
familiar, sobre todo si está reducido a un apartamento o una maloca. Me recordé de la cuestión de la
necesidad y de la escasez, igualmente subrayada por Sartre. La cuarentena
afecta la producción, los negocios paran y el desempleo aumenta; esta es otra
fuente de angustia; es imposible evitar la pregunta sobre nuestro próximo
futuro como personas y como grupo familiar –para no ir más lejos. Desde el momento
en que todas nuestras referencias de estabilidad y seguridad parecen derruirse
surge en nosotros la cuestión de la contingencia,
otro tema destacado por Sartre: no somos entes necesarios como postulan las
religiones, no existe un destino que ha urdido el tejido de nuestra vida.
Hago este alcance en razón que el enfoque de
los colegas argentinos sigue las líneas del pensamiento germánico, Jaspers y
Heidegger, lo que es igualmente muy pertinente para una correcta comprensión de
los fenómenos examinados en el coloquio. Sin embargo, los dos de los
participantes en el coloquio son más personales, no se alinean en las pisadas
de un solo maestro. En la exposición de Signorelli se
destaca cómo la pandemia nos coloca de
lleno en el campo de la incertidumbre, los circuitos de lo establecido quedan
suspensos; el Prof. Duero hace otras preguntas, otros alcances, ciertamente
bien conectadas con las propuestas de las psicólogas, pero con consideraciones
más incisivas.
“La pandemia, escribe Duero, cuestiona
nuestras supuestas verdades, nos conmina a rever por qué casi siempre tendemos
a suponer que nuestra comodidad es lo justo y lo normal; nos obliga a revisar
por qué pensamos la mayor parte del tiempo que el crápula y el sinvergüenza
están en la vereda de enfrente, no en nosotros.” Perdemos nuestra importancia.
Lo importante de este coloquio es que cada uno comparte algunas posiciones y
también destacan uno o más puntos que entiende como especialmente relevantes.
Todos se centralizan especialmente en la cuarentena como si esta especie de
“estado de sitio” no solo restringiera las libertades básicas, pero también
impusiera los designios de lo imprevisible, de lo amenazador, de lo incierto,
de la restricción, lo que coloca en cuestión la propia libertad. Uno de los
participantes insiste en otra constante existencial: el cuidado; le da una
extensión mayor que lo apuntado por Heidegger colocando esta auto-iluminación
de sí en el plano de la práctica, como atención a lo que nos compete para dar
cuenta de sí.
Todos los textos nos permiten una oportuna
comprensión de un fenómeno social e histórico que está afectando a todos los
pueblos y personas en los más diversos grados, de manera muy similar, aunque se
reflejen sus efectos de modo diferenciado. Susana Signorelli
nos menciona los tres mundos ya descrito por Binswanger
en los cuales todos estamos inseridos: el mundo propio, personal (Eigenwelt), el mundo compartido, social (Mitwelt) y el mundo-ambiente (Umwelt).
Estas tres dimensiones del mundo están siendo afectadas en grados diversos en
todos nosotros según sea el sentido del cuidado que oriente nuestra vida.
Curriculum:
Psicólogo clínico.
Ex docente de varias universidades en Brasil. Miembro fundador y de honor de
ALPE. Escribió numerosos libros científicos y literarios.
Correo de contacto: emiliorom@terra.com.br
Fecha de entrega: 12/05/2020
Fecha de aprobación: 8/06/2020